JUAN MONTALVO
JUAN MONTALVO FIALLOS |
Ahora algo sobre sus creencias religiosas. En la hora de su muerte rechazó a un sacerdote diciéndole "Yo no creo en la confesión; estoy en paz con mi corazón y mi conciencia; puedo comparecer tranquilo ante Dios". Emilia Pardo Basán lo califica de alma religiosa y pensamiento heterodoxo". Otros lo tildaron de impío, malvado protestante en cuyo corazón ardía la rebeldía de Pablo y de Lutero. Pero otros críticos dicen que Montalvo fue un enamorado de Dios y de la Biblia, según propias palabras en una carta dirigida a su amiga Pardo Basán, le dice: "Mi alma está llena de Dios", y agrega: Que satisfacción hablar con Dios en la soledad, huido de los hombres, mal calificado por ellos; pero titulado, condecorado por el Soberano de los Cielos". Más confesaré con Dios Omnipotente y misericordioso.... La muerte que le pido, Dios me la ha de dar: muerte de filósofo cristiano, sin dudas ni temores... creyendo en El y no en las patrañas de sus difamadores (ciertos curas) alabando sus obras y no maldiciendo las de los hombres" "Si yo hubiera vivido en los tiempos de Cristo, lo habría seguido... Tan real, tan profundo es el amor que siento por El, me embelesan tanto sus historias, que las sigo todos los años desde Belén hasta el Calvario". De su matrimonio quedó una hija, María del Carmen que creció fuera del afecto paternal, por eso escribió para ella: "Carta de un padre joven". Fue desterrado a Ipiales; y en 1882 a París, en donde murió el 17 de enero de 1889. |